El futuro del Cine
El cine es de las industrias más golpeadas por la pandemia, mientras los exhibidores viven la peor crisis de historia, los formatos híbridos cobran fuerza.

El cine como industria es uno de los sectores más golpeados por la pandemia de Covid-19. Ante el confinamiento, los grandes exhibidores de nuestro país (Cinemex y Cinépolis) registraron cuantiosas pérdidas y enfrentan una crisis sin precedentes.
CINE: LA PEOR CRISIS DE SU HISTORIA
De acuerdo con el reporte anual de la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica (CANACINE) los ingresos en taquilla de 2020 cayeron un 80.6% con respecto a los de 2019. Mientras que del 15 de marzo al 31 de diciembre de 2020 las salas de cine recibieron 95% menos de público que en el mismo periodo del año anterior, esto representa pérdidas de alrededor de 17 mil millones de pesos.
Una de las medidas que se plantearon para atenuar la crisis fue el estreno en plataformas digitales. Sin embargo, no ha sido suficiente para disminuir el golpe económico a los distribuidores y exhibidores.
Aparentemente el problema de los exhibidores es un tema de taquilla; no obstante, gran parte de los ingresos se obtienen de las dulcerías y de la venta de alimentos y bebidas.
CIERRES DE SALAS DE CINE
Según reportó el conglomerado de medios y asesoría financiera Bloomberg, Cinemex se vio obligado a cerrar 145 salas para reestructurar una deuda que asciende a más de 230 millones de dólares.

RETRASOS Y APERTURAS
La incertidumbre en el tema de la exhibición está provocando que las grandes distribuidoras y productoras internacionales retrasen sus estrenos. Blockbusters que se esperaban en los cines para 2020 como Rápidos y Furiosos 9, A quiet place II y Godzilla vs Kong han tenido que aplazar su estreno en varias ocasiones. Y aunque en 2021 se planetan reaperturas parciales de los cines, los retrasos pueden ser una constante.
En la Ciudad de México y en el área metropolitana la reapertura de los cines inició el primero de marzo con un aforo del 30%.

Aunque esta zona concentra cerca del 30% de la taquilla cinematográfica en nuestro país y esta medida parece encaminar todo hacia un mejor horizonte, no garantiza la recuperación de la industria. Para los especialistas, los exhibidores comenzarán a pensar en la palabra “recuperación” hasta después de 2022.
UNA MIRADA AL FUTURO
La pandemia podría significar un cambio forzado de paradigma en la industria del cine. El tema de los retrasos está motivando a que las productoras opten por nuevas plataformas de exhibición.
PLATAFORMAS DE STREAMING
Si bien el debate sobre si los servicios de streaming representan –o no– una amenaza para los exhibidores ya estaba sobre la mesa desde algunos años atrás; el confinamiento por la crisis sanitaria ha puesto a los proveedores de entretenimiento –vía streaming– en un lugar privilegiado.
Tan solo basta repasar la lista de nominaciones al Óscar de los últimos años, cintas de Netflix, Amazon Prime Video, HBO y recientemente Disney Plus figuran en las principales categorías.

Por ejemplo en 2021 Mank (Netflix) y Sound Of Metal (Amazon) compiten en la categoría de Mejor película. Mientras que en la categoría de Mejor película animada se ve muy difícil que le arrebaten el triunfo a Soul (Disney Plus).
Lo que tienen en común estos largometrajes es que todas pueden verse a través una plataforma de streaming.
Cada vez será más común que se nos presenten festivales de cine en línea con contenido de pago por ver y en formatos híbridos: que mezclan la exhibición en salas con algún servicio de streaming.
Plataformas como MUBI, Filmin y Cinépolis Klic ya participan en este tipo de dinámicas. Sin embargo, la exhibición en sala sigue representando la esencia del cine como lo conocemos y ha sido defendida en importantes bastiones del séptimo arte como el Festival de Cannes.
ENTONCES, ¿ESTAMOS VIENDO UNA TRANSICIÓN EN LA INDUSTRIA?
Podemos decir que sí, pero aún es incierto el resultado.
Los estrenos vía streaming y mediante canales de pago, de algún modo están representando una alternativa para la industria, pero no compensan el boquete que han dejado las pérdidas económicas por el cierre de los cines.
Aunque en términos económicos se vislumbra una difícil recuperación, el cine sobrevivirá siempre que haya una mirada dispuesta y una historia que contar.